BANDERA DE LA PAZ | ESCUDO DE CHUQUISACA |
El 16 de mayo se recuerda el levantamiento popular ocurrido en 1809 en la ciudad de La Paz, contra el Gobernador español Tadeo Dávila, que dio paso a la instalación de una junta de gobierno (la Junta Tuitiva), encabezada por don Pedro Domingo Murillo. La Revolución de La Paz se disputa con la Revolución de Chuquisaca el título de primer grito libertario de América, pero en realidad los dos eventos históricos, a pesar de tener matices políticos diferentes, son estrechamente relacionados. El movimiento libertario chuquisaqueño, que había estallado el 25 de mayo del mismo año, aunque en principio se proclamó fiel al rey de España Fernando VII, sirvió de marco para el accionar de un grupo de patriotas que propagaron ideas independistas en varias ciudades, y particularmente en La Paz.
Los preparativos para la Revolución de La Paz
Los días previos al 16 de Julio, fiesta de la Virgen del Carmen, Pedro Domingo Murillo se reúne clandestinamente con otros revolucionarios, inspirados por las ideas emancipadoras surgidas de la revolución francesa, de la independencia estadounidense y del cerco a La Paz encabezado por Túpac Katari en 1781, para organizar lo que sería el levantamiento y su proclama de libertad. Con la llegada de los emisarios de la revolución de Chuquisaca, se ultiman los últimos detalle.
Los hechos del 16 de Julio de 1809 y sus consecuencias
El 16 de Julio de 1809, al atardecer, mientras se desarrolla la procesión de la Virgen del Carmen, los revolucionarios toman el cuartel de los españoles y se apoderan de sus armas, piden Cabildo Abierto, deponen al gobernador Tadeo Dávila y al obispo Remigio de la Santa y Ortega, y organizan una Junta Tuitiva, presidida por el patriota Pedro Domingo Murillo, nombrado también jefe de las tropas.
El 27 de julio se lanza el famoso proclama de la Junta, cuya redacción se atribuye al sacerdote Medina, que declara abiertamente la independencia de las colonias, siendo el primer documento de esta índole en América. En su parte final proclama: “Valerosos habitantes de La Paz y de todo el Imperio del Perú, revelad vuestros proyectos para la ejecución, aprovechaos de las circunstancias en que estamos, no miréis con desdén la felicidad de nuestro suelo ni perdáis jamás de vista la unión que debe reinar entre todos, para ser en adelante tan felices, como desgraciados hasta el presente”.
La llegada de la fuerzas españolas al mando de José Manuel de Goyeneche obligan a los patriotas a replegarse en los Yungas, donde entre octubre y noviembre son derrotados en los combates de lrupana y Chicaloma.
Los primeros días de diciembre, Pedro Domingo Murillo es apresado en Zongo, y el 29 de enero de 1810 es sentenciado a muerte junto a otros ocho patriotas: Juan Antonio Figueroa, Basilio Catacora, Apolinar Jaén, Buenaventura Bueno, Juan Bautista Sagarnaga, Melchor Jiménez, Mariano Graneros y Gregorio García Lanza.
Antes de morir, Pedro Domingo Murillo pronuncia la famosa frase que anticipa la difusión del fervor independista en toda América Latina: “Compatriotas, yo muero, pero la tea que dejo encendida ya nadie la podrá apagar”.
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Economía
La economía del departamento se basa en las industrias manufactureras de las ciudades de La Paz y El Alto, en la exportación de maderas de los llanos tropicales del norte del departamento, en la agricultura y la crianza de camélidos y ovinos en el altiplano, en el comercio y servicios. Recientemente se ha empezado la exploración de reservas de hidrocarburos en la provincia Abel Iturralde.
En la agricultura, destacan en el altiplano los cultivos tradicionales de papa, quinua, oca, habas, cañahui, arveja y cebada, y los de cítricos, café, maní, frutas y coca en los Yungas. En la ganadería, las llamas, alpacas y vicuñas proporcionan lanas para la industria y el artesanado textil desarrollados en los centros urbanos. Alrededor del Lago Titicaca se realiza la pesca, especialmente de trucha salmonada y criolla. En cuanto a producción artesanal, además de la ya nombrada confección de prendas en lana de camélidos, destaca la joyera, la marroquinería y la producción de objetos, tejidos, adornos e instrumentos musicales que transmiten la tradición cultural del departamento.
Comida típica
El departamento de La Paz posee una gran riqueza gastronómica, que resalta la variedad de alimentos que produce la región y sus diversas influencias culturales. Entre los platos tradicionales destacan los siguientes:
Chairo: es una sopa muy consistente, preparada con chuño, carne de cordero, chalona remojada, papa, zanahoria, cebolla, habas, mote de maíz, hierba buena, wuacataya y orégano.
Plato Paceño: combina choclo, papa, habas y queso y que se acompaña con salsa picante (llajua).
Fricase: posiblemente es el plato más conocido, a base de carne de cerdo, maíz blanco y chuño, en un caldo con ají amarillo.
Picana de navidad: es un caldo preparado con vino, carne de cordero, vaca y gallina, zanahoria, papa, choclos, laurel y pimienta.
Sajta de Pollo: se elabora con pollo, chuño, papa, cebolla, y una salsa de ají amarillo.
Queso Humacha: los ingredientes son el queso, el ají amarillo, el choclo y la papa.
Jakhonta: combina trozos de carne, chuño, papa, hojas de repollo, cebolla, y es condimentado con orégano.
Thimpu: es un preparado de carne de cordero, papa, arroz, salsa a base de ají colorado, cebolla, arvejas y habas.
Vestimenta tradicionales
La vestimenta tradicional de la chola paceña es seguramente una de las más elegante del país. Para las fiestas tradicionales como la del Gran Poder, lucen polleras y blusas de telas finas, mantas de lana de alpaca, sombrero “bombín” y joyas lujosas, como el tradicional broche llamado topo. La vestimenta masculina es mucho más sencilla, con pantalones de cayto, camisa y poncho.