Pedro Domingo Murillo

Pedro Domingo fue el líder del levantamiento popular contra el Gobernador español Tadeo Dávila, que ocurrió el 16 de Julio de 1809 en la ciudad de La Paz. Esta insurrección, también conocida como Revolución o Grito libertario de La Paz, es considerada como uno de los primeros actos de la Independencia del continente americano.

Vida y obras

Nació en septiembre de 1757 en Suri, provincia de Inquisivi del Departamento de La Paz. Sus padres fueron Juan Ciriaco Murillo y María Ascencia Carrasco.

Estatua de Pedro Domingo Murillo

Hay pocos datos sobre su formación, posiblemente asistió al Colegio Seminario de San Carlos, en La Paz, para luego cursar los estudios de Derecho en la Universidad San Francisco Xavier de La Plata (actual ciudad de Sucre), aunque al parecer no los terminó. Posiblemente en estos años de formación entró en contacto con las nuevas ideas de la Ilustración, que fueron la base para el surgimiento de los ideales independentistas en las colonias de América. En 1781 participó como soldado en la campaña contra la insurrección de Túpac Katari, que había cercado la ciudad de La Paz, para luego dedicarse al negocio de la minería.

En 1809 protagonizó la Revolución de La Paz, siendo nombrado Comandante Militar de la Plaza y figurando como el primero en firmar la “Proclama”, lanzada el 27 de julio por parte de la junta de gobierno, conocida como Junta Tuitiva. En esta proclama se declara abiertamente, por primera vez en América, la independencia de las colonias de la madre patria española.

La llegada de las fuerzas españolas a la ciudad, obligó a los patriotas a replegarse en los Yungas, donde Murillo, con un grupo reducido de hombre, fue vencido en la batalla de Chacaltaya, el 25 de octubre de 1809, y se retiró a Zongo, un lugar montañoso cerca a La Paz, donde fue apresado.

“Compatriotas, yo muero, pero la tea que dejo encendida ya nadie la podrá apagar”.

El 29 de enero de 1810, junto a otros ocho patriotas, fue sentenciado a muerte. Antes de morir, Pedro Domingo Murillo pronunció la famosa frase, anticipando la difusión del fervor independista en toda América Latina: “Compatriotas, yo muero, pero la tea que dejo encendida ya nadie la podrá apagar”

Es por eso, que los festejos que se realizan cada 16 de julio en la ciudad de La Paz, se inician con la ceremonia en la cual las autoridades nacionales y locales encienden la llamada Tea de la Libertad, que se encuentra en la casa de Pedro Domingo Murillo, para dar luego paso al Desfile de teas por el centro de la ciudad.