BANDERA DE TARIJA | ESCUDO DE TARIJA |
El 15 de abril se recuerda la Batalla de la Tablada, que se combatió en 1817 en las proximidades de la ciudad de Tarija y que vio la victoria de los patriotas independentistas frente al ejército realista español.
Las tropas independentistas estaban comandadas por el coronel argentino Gregorio Aráoz de La Madrid y contaron con el decisivo apoyo de los “montoneros” tarijeños, los guerrilleros montados a caballo liderados por José Eustaquio “Moto” Méndez, derrotando así las tropas realistas al mando del gobernador Mateo Ramírez.
Tarija en la guerra de Independencia
Mediante una Cédula Real, el 17 de febrero de 1807 Tarija dejó de ser parte de la Intendencia de Potosí en el Virreinato del Alto Perú y fue anexada a la Intendencia de Salta en el Virreinato del Río de La Plata, hecho que provocó las protestas de sus pobladores, deseosos de seguir perteneciendo al Alto Perú.
Después de pronunciarse en favor de la independencia el 25 de julio de 1810, los tarijeños, comandados por Eustaquio Méndez, llamado “El Moto” por tener un solo brazo, hostigaron a las fuerzas realistas, hasta que el 15 de abril de 1817 salieron victoriosos en la batalla de la Tablada.
Tras la emancipación de Bolivia, Tarija tardó en incorporarse a la nueva República, ya que en 1826 fue designada como una de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Finalmente, el 24 de septiembre de 1831 se creó definitivamente el departamento de Tarija como parte de la República de Bolivia, por decreto supremo del mariscal Andrés de Santa Cruz.
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Economía
Los sectores de hidrocarburos y agroindustrial de Tarija son muy importantes para la economía departamental y nacional.
El territorio de departamento posee importantes yacimientos de petróleo y gas natural, explotados en los campos Sábalo, San Antonio, San Alberto y Margarita.
Las zonas de altiplano, valles y serranías en la parte oeste del departamento son muy aptas para el cultivo de la vid y la producción de vinos de alta calidad e singani.
La producción agropecuaria se ha visto favorecida con la construcción de la represa San Jacinto, que provee de agua para riego al valle central, genera electricidad y es un atractivo de interés turístico.
- Agricultura. Vid, papa, maíz, yuca, caña de azúcar, trigo, cebada, ajo, pepinillos, flores y frutas (durazno, ciruelo, damasco entre otras).
- Ganadería. La mayor parte del territorio del departamento es apto para la ganadería bovina, porcina, ovina, equina y caprina.
- Pesca. En los ríos que corren por el territorio de departamento habita una gran variedad de peces, como sábalo, bagre, dorado y surubí, entre otras
Comida Típica
El lugar recomendado para degustar los platos, dulces y bebidas tradicionales de la gastronomía tarijeña es el Mercado Central, ubicado en el centro de la ciudad de Tarija y reconocido por la limpieza y trato amable que ofrecen sus restaurantes.
- Saice chapaco: es el más conocido de la gastronomía tarijeña, es elaborado a base de carne picada, papa, arveja, cebolla, condimentos y ají colorado, y se acompaña con arroz y sarsa (ensalada de tomate y cebolla).
- Ranga ranga: este plato se elabora a base de panza o librillo de res picado, papa, cebolla, condimentos y ají amarillo. También esta preparación se acompaña con sarsa.
- Arvejada: consiste en una mezcla de arvejas con ají de la región (arivivi) y carne, acompañada de arroz.
- Chanka de pollo: es una sopa picante, mezclada con pollo y acompañada con papas y/o chuño.
- Chupe de camaroncillo de río: es el plato típico de Tomatitas, en las afueras de la capital departamental, preparado con camaroncillos del río, papa, choclo y diferentes verduras.
- Bebidas típicas: chicha de maíz, aloja de maní, vino patero
- Repostería: empanadas blanqueadas, rosquetes, ojarascas, ancucos y chirriadas
Vestimenta tradicional
La vestimenta tradicional de la mujer tarijeña está compuesta por seis piezas que son: el sombrero, la blusa, la manta, la pollera, la enagua, la flor en la oreja y las ojotas o abarcas.
El sombrero es elaborado con lana de oveja prensada, en dos colores: el plomo, para las mujeres solteras, y el amarillo o avellana, utilizado por las mujeres casadas.
La blusa solía ser de lienzo, puesto que las campesinas la confeccionaban desatando bolsas de azúcar o harina, luego se utilizó el algodón. El color tradicional de la blusa era el blanco, en señal de limpieza y pureza de la mujer, y es adornada con bordados de flores.
Las mantas tradicionales se diferenciaban entre mantas de fiesta y mantas de abrigo. La manta de fiesta era de seda, con bordes ornados por un enmallado y largos flecos, y bordadas con flores. Las mantas de abrigo eran hechas de lana de oveja de forma similar a la manta de seda.
La pollera que utiliza la mujer tarijeña se diferencia de la de las demás regiones del país por el atraque o fruncido que tiene en la parte de la cintura. El atraque es más largo que el de todas las polleras de Bolivia, va desde la cintura hasta la cadera y sirve para estilizar la figura.
En la parte inferior de la pollera, la alforza es un único dobladillo ubicado a media pierna, sirve para que se pueda soltar cuando las niñas o jovencitas crecen, permitiendo utilizar la pollera por más tiempo. Las polleras son de colores fuertes, como el rojo y el lila.
La enagua es una falda fruncida en la cintura que se coloca debajo de la pollera, de color blanco y con un puntillo de broderie que adorna el contorno.
La flor en la oreja era un elemento importante en el vestuario de la mujer, porque su fragancia remplazaba al perfume, por eso se la llevaba en la oreja. Su posición en la oreja también significa algo, en el lado izquierdo la llevaban las mujeres solteras y en el lado derecho las mujeres casadas.
Las ojotas, o abarcas, eran de cuero de suela y se producían en la región que siempre fue ganadera. La ojota de fiesta era de cuero charoleado, generalmente de color negro, y los más adinerados la adornaban con elementos de plata.
También la vestimenta tradicional del hombre se compone de seis piezas: la camisa, el pantalón, el poncho, el sombrero, el pañuelo y las ojotas.
La camisa se confeccionaba en algodón y el pantalón en tela de bayeta tejida artesanalmente, más fina para indumentaria de fiesta y más rústica para el trabajo diario.
Las camisas de hombres originalmente eran bordadas solo con unas crucecitas que parecían florecitas, aunque en la actualidad, gracias a la disponibilidad de tecnología para el bordado a máquina, se producen camisas de hombre profusamente bordadas con flores grandes.
La prenda de abrigo del hombre es un poncho color rojo oscuro. Completan la vestimenta el sombrero de alas anchas, el pañuelo de seda al cuello y las ojotas con hebillas.