Avelino Siñani
Avelino Siñani puede ser considerado como el primer educador indígena de la Bolivia moderna, cuya fundamental labor se concretó en la fundación de la Escuela de Warisata y en la creación de un modelo educativo enfocado en la cultura y tradiciones indígenas.
Como reconocimiento a su aporte, la Ley de la Educación N. 070, promulgada el 20 diciembre del 2010, lleva su nombre, junto al de Elizardo Pérez, el otro artífice del modelo educativo de la Escuela de Warisata.
Su vida
Nacido en 1881 en la comunidad aymara de Warisata, en la provincia Omasuyos (Departamento de La Paz), Avelino Siñani tuvo que estudiar de manera clandestina, ya que en esa época no se permitía que los indígenas ingresaran a la escuela formal. Para formarse, en su infancia, viajaba alrededor de 30 km hasta la comunidad de Huarina, para pasar clases con el profesor Melchor Yujra.
A partir de 1904, se dio la tarea de enseñara a leer y escribir, primero, a los indígenas de su comunidad, y luego, a los de las comunidades cercanas, siendo perseguido y encarcelado por parte de las autoridades locales.
En sus constantes viajes, conoció al maestro Elizardo Pérez, con el cual, en 1931, fundó la escuela de Warisata.
Murió en 1941.
La escuela de Warisata
Fundada el 2 de agosto de 1931, la Escuela-Ayllu de Warisata es considerada como el principal ejemplo de educación indígena de la primera mitad del siglo XX en Bolivia, siendo pionera en la educación bilingüe aymara-castellano y en una formación educativo-productiva, centrada en la cultura, tradiciones y forma de vida de las comunidades indígenas del altiplano boliviano.
A pesar de las actitudes contraria de autoridades y potentados locales, entre 1907 y 1931 el Estado boliviano había creado las condiciones para que las escuelas indigenales (como se llamaban entonces) se construyeran dentro de un marco legal, autorizando que cualquier comunidad, con una población en edad escolar de treinta alumnos, pudiera instalar una escuela con un profesor.
Inicialmente la escuela de Warisata funcionó en una capilla de la comunidad y luego, en 1938, se inauguró la nueva sede, un edificio financiado por el Estado e inspirado en la arquitectura de Tihuanaco. El plan de estudio de la escuela, reflejado en la “Declaración de los Principios de la escuela campesina” formulada por Avelino Siñani y Elizardo Pérez en 1934, estableció un modelo educativo-productivo, cuyo compromiso central se basaba en la “liberación del indio”. Este modelo estaba orientado a una enseñanza que beneficiara directamente al individuo y a su comunidad, enfocada en la educación practica en la agricultura, las artes y artesanías nativas, con talleres de aprendizaje para la producción de alimentos, de vestimentas, de tejidos en telares para alfombra, carpintería para muebles y fabricación de tejas etc.
Este nuevo enfoque, y el valor de la experiencia de la Escuela de Warisata, fueron entre las bases para la emanación del Decreto Supremo del 13 de agosto de 1935, que constituyó un gran avance en el acceso a la educación de las comunidades indígenas del país. Este decreto, considerando como “deber del Estado incorporar a las clases nativas a la vida del país vigorizando su educación en todos los centros de la República y atendiendo en forma igualitaria los diferentes grupos étnicos que integran la nacionalidad” y constatando “que los ensayos en el ramo además de los fructíferos resultados, han evidenciado la posibilidad de habilitar al indígena, por medio de la escuela activa y productiva” establecía la creación de 16 núcleos escolares en todo el país, convirtiéndose la Escuela de Warisata en uno de ellos
La Escuela de Warisata fue centro de un sistema de educación territorial, con 22 escuelas seccionales. Este sistema, que Elizardo Pérez concibió como una extensión de la antigua Marka, preveía que luego de una educación básica en las escuelas seccionales, los alumnos se trasladaran en la escuela central, que contaba con un internado, donde estaban los profesores más calificados que, además de atender a los estudiantes, supervisaban el trabajo de los profesores de las seccionales.
La Escuela de Warisata, que inspiró otros proyectos educativos en Sudamérica y particularmente en el Perú, en Bolivia sufrió de los conflictos y antagonismos políticos de la época y fue cerrada en 1940, para ser retomada posteriormente bajo otros principios. Actualmente es una Escuela Superior de Formación de Maestros, administrada por el Estado boliviano.